Memoria de los santos Andrés Kim Taegon, presbítero, Pablo Chong Hasang y compañeros, mártires en Corea. Se veneran este día en común celebración todos los ciento tres mártires que en aquel país testificaron intrépidamente la fe cristiana, introducida fervientemente por algunos laicos, y después alimentada y reafirmada por la predicación y celebración de los sacramentos por medio de los misioneros. Todos estos atletas de Cristo -tres obispos, ocho presbíteros, y los restantes, laicos, casados o no, ancianos, jóvenes y niños-, unidos en el suplicio, consagraron con su sangre preciosa las primicias de la Iglesia en Corea. Estos son sus nombres: santos Simeón Berneux, Antonio Daveluy, Lorenzo Imbert, obispos; Justo Ranfer de Bretenières, Ludovico Beaulieu, Pedro Enrique Doric, Padro Maubant, Jacobo Chastan, Pedro Aumaître, Martín Lucas Huin, presbíteros; Juan Yi Yun-il, Andrés Chong Hwa-gyong, Esteban Min Kuk-ka, Pablo Ho Hyob, Agustín Pak Chong-won, Pedro Hong Pyong-ju, Pablo Hong Yông-ju, José Chang Chu-gi, Tomás Son Cha-son, Lucas Hwang Sok-tu, Damián Nam Myong-hyog, Francisco Ch'oe Kyong-hwan, Carlos Hyon Song-mun, Lorenzo Han I-hyong, Pedro Nam Kyong-mun, Agustín Yu Chin-gil, Pedro Yi Ho-yong, Pedro Son Son-ji, Benedicta Hyon Kyongnyon, Pedro Ch'oe Ch'ang-hub, catequistas; Agueda Yi, María Yi In-dog, Bárbara Yi, María Won Kwi-im, Teresa Kim Im-i, Columba Kim Hyo-im, Magdalena Cho, Isabel Chong Chong-hye, vírgenes; Leer Mas...
SANTOS ANDRÉS KIM TAEGON, presbítero, PABLO CHONG HASANG y compañeros mártires .
Memoria de los santos Andrés Kim Taegon, presbítero, Pablo Chong Hasang y compañeros, mártires en Corea. Se veneran este día en común celebración todos los ciento tres mártires que en aquel país testificaron intrépidamente la fe cristiana, introducida fervientemente por algunos laicos, y después alimentada y reafirmada por la predicación y celebración de los sacramentos por medio de los misioneros. Todos estos atletas de Cristo -tres obispos, ocho presbíteros, y los restantes, laicos, casados o no, ancianos, jóvenes y niños-, unidos en el suplicio, consagraron con su sangre preciosa las primicias de la Iglesia en Corea. Estos son sus nombres: santos Simeón Berneux, Antonio Daveluy, Lorenzo Imbert, obispos; Justo Ranfer de Bretenières, Ludovico Beaulieu, Pedro Enrique Doric, Padro Maubant, Jacobo Chastan, Pedro Aumaître, Martín Lucas Huin, presbíteros; Juan Yi Yun-il, Andrés Chong Hwa-gyong, Esteban Min Kuk-ka, Pablo Ho Hyob, Agustín Pak Chong-won, Pedro Hong Pyong-ju, Pablo Hong Yông-ju, José Chang Chu-gi, Tomás Son Cha-son, Lucas Hwang Sok-tu, Damián Nam Myong-hyog, Francisco Ch'oe Kyong-hwan, Carlos Hyon Song-mun, Lorenzo Han I-hyong, Pedro Nam Kyong-mun, Agustín Yu Chin-gil, Pedro Yi Ho-yong, Pedro Son Son-ji, Benedicta Hyon Kyongnyon, Pedro Ch'oe Ch'ang-hub, catequistas; Agueda Yi, María Yi In-dog, Bárbara Yi, María Won Kwi-im, Teresa Kim Im-i, Columba Kim Hyo-im, Magdalena Cho, Isabel Chong Chong-hye, vírgenes; Leer Mas...
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Datos importantes • Nació el 10 de noviembre de 1851 en el Estado de México. • Falleció el 20 de septiembre de 1904 en Puebla. • Beatificado por Juan Pablo II, en la Basílica de Santa María de Guadalupe, el 6 de mayo de 1990 en México, Distrito Federal. • Canonizado por Juan Pablo II en Roma el 21 de mayo de 2000. • Lugar de culto y devoción: Museo del P. Yermo, 12 Norte 2003, Barrio del Alto, Puebla. San José María de Yermo y Parres Milagro para la Canonización El P. Rafael Pacheco Segeda estaba muriéndose a minutos. Los médicos le diagnosticaron pancreatitis necrótica hemorrágica con peritonitis, úlcera duodenal sangrante, fístulas gástricas, tuberculosis pulmonar recidivante, fiebre recurrente y con una importante anemia por los continuos sangrados y una fuerte depresión. En cuatro meses su cuerpo había llegado a un terrible desgaste físico y psíquico. En la noche del 11 de marzo se agravó terriblemente. Confiando en Dios le pidió al P. José María de Yermo que le sanara. A las 4 hrs del 12 de marzo, sanó totalmente. Dos días después regresó a su parroquia sin señales ni secuelas. Juan Pablo II en pleno Año Jubilar, declaró santo al Padre José María de Yermo y Parres, tan mexicano como los nopales. Leer Mas... San Roberto Belarmino, obispo y doctor de la Iglesia, miembro de la Orden de la Compañía de Jesús, que intervino de modo conspicuo, con sutiles y peculiares aportaciones, en las disputas teológicas de su tiempo. Fue cardenal, y durante algún tiempo también obispo entregado al ministerio pastoral de la diócesis de Capua, en Italia. Finalmente, desempeñó en la Curia romana múltiples actividades relacionadas con la defensa doctrinal San Roberto nació en Monteluciano, Toscana (Italia), en 1542. Su madre era hermana del Papa Marcelo II. Desde niño dio muestras de poseer una inteligencia superior a la de sus compañeros y una memoria prodigiosa. Recitaba de memoria muchas páginas en latín, del poeta Virgilio, como si las estuviera leyendo. En las academias y discusiones públicas dejaba admirados a todos los que lo escuchaban. Leer Mas... Cornelio, papa (251 252) Las actitudes extremosas acaban creando fricciones y calentamientos que casi siempre tienen un difícil y costoso arreglo. La figura del papa Cornelio es una de las que, desde la segunda mitad del siglo tercero, señaló pautas de comportamiento para la futura marcha de la Iglesia. Y se trataba nada más y nada menos que de conjugar dos principios básicos con sus correspondientes consecuencias prácticas –la misericordia y la justicia– en los que no era posible ceder ni olvidar; tampoco se podía permitir que, al hacer incidencia en uno de ellos, quedara el otro relegado al olvido. Al papa Cornelio se le presentaba una tarea ardua. Se trataba de dilucidar la actitud práctica que había de seguir la Iglesia con los lapsi. ¿Que quienes eran estos? Aquellos cristianos que no tuvieron fuerzas morales para mostrarse firmes en el tiempo de las persecuciones y prefirieron amar más su propia vida que los intereses de Dios; sacrificaron a los ídolos y condescendieron con el poder civil, salvando así el pellejo. Además, se les añadían los reos de otro tipo de pecado, siempre grave –adulterio y asesinato–. Leer Mas... Memoria de Nuestra Señora de los Dolores Memoria de Nuestra Señora de los Dolores, que de pie junto a la cruz de Jesús, su Hijo, estuvo íntima y fielmente asociada a su pasión salvadora. Fue la nueva Eva, que por su admirable obediencia contribuyó a la vida, al contrario de lo que hizo la primera mujer, que por su desobediencia trajo la muerte. El presente artículo se refiere a la celebración de «Los siete dolores de la Virgen María», que era el nombre de esta fecha litúrgica en el calendario anterior a la última reforma. Pareció interesante conservar su contenido, para tener un acercamiento a la historia de la celebración, pero debe tenerse presente que en la liturgia actual tiene rango de memoria, y por tanto las antífonas ya no corresponden al contenido de la conmemoración, sino que son las que tocan en el día correspondiente; asimismo los textos que se refieren específicamente a los dolores de la Virgen, tanto en la misa como en el oficio del día, están centrados exclusivamente en la Pasión, mientras que la celebración los «siete dolores» tal como se los ordena aquí, ha permanecido sólo como devoción popular. Por dos veces durante el año, la Iglesia de occidente conmemora los dolores de la Santísima Virgen María: el viernes de la semana de Pasión, llamado Viernes de Dolores, y también en el día de hoy, 15 de septiembre. La primera de estas conmemoraciones es la más antigua, puesto que se instituyó en Colonia y otras partes de Europa en el siglo XV. Por entonces, se la llamaba Memoria de los Sufrimientos y Penas de la Santísima Virgen María y se dedicaba especialmente a los sufrimientos de Nuestra Señora en el curso de la Pasión de su divino Hijo. Cuando la festividad se extendió por toda la Iglesia occidental, en 1727, con el nombre de los Siete Dolores, se mantuvo la referencia original de la misa y del oficio de la Crucifixión del Señor y, la conmemoración se llama todavía en algunos calendarios «Compasión de Nuestra Señora», así como en muchos lugares, antes del siglo XVIII. Leer Mas... La fiesta del 14 de septiembre como «fiesta de la santa Cruz» es muy antigua, se remonta al siglo IV, y está muy bien atestiguada, como veremos; sin embargo, a lo largo del tiempo ha habido en torno a ella tradiciones diversas que se han entremezclado y producido desplazamientos en cuanto al sentido de lo que se festeja en la fecha. Hasta hace algunas décadas había una fiesta el 3 de mayo, suprimida por SS Juan XXIII en 1960, llamada «Inventio Santae Crucis», es decir, «descubrimiento de la Santa Cruz», que rememoraba el momento en que se encontró la auténtica cruz de Jesús (la Vera Cruz) y se expuso a la veneración del pueblo cristiano. Sin embargo, como mostrará más tarde este artículo, en realidad esa fiesta, propia de la Igelsia de Occidente, era un desdoblamiento de la de septiembre, que evocaba, entre otros aspectos, la «inventio». Por ese motivo la fiesta de septiembre había quedado, en Occidente, para celebrar un acontecimiento posterior: la recuperación en el 614 del relicario con los fragmentos de la Vera Cruz por el emperador Heraclio de manos de los persas. Parece ser, sin embargo, que la fiesta original tampoco conmemoraba el 14 de septiembre la «inventio» propiamente dicha, sino que era una fiesta de la Santa Cruz que, nacida en relación a las dedicaciones de las basílicas de Tierra Santa que en la actualidad se celebran el día 13 de septiembre, conmemoraba a la santa cruz como tal, no en relación a tal o cual acontecimiento histórico. Como sea, cualquiera puede ver por la redacción del actual elogio del Martirologio Romano, que se ha querido despojar esta fiesta de su relación directa con la «inventio», y más bien la Iglesia propone celebrar en esta fecha el signo de la Cruz no sólo aparecido en al historia hace 2000 años, sino también como señal para todos los pueblos que presidirá escatológicamente la vuelta de Jesús en la gloria y majestad de su Reino. Leer Mas... San Juan Crisóstomo, obispo y doctor de la Iglesia Memoria de san Juan, obispo de Constantinopla y doctor de la Iglesia, antioqueno de nacimiento, que, ordenado presbítero, llegó a ser llamado «Crisóstomo» por su gran elocuencia. Gran pastor y maestro de la fe en la sede constantinopolitana, fue desterrado de la misma por insidias de sus enemigos, y al volver del exilio por decreto del papa san Inocencio I, como consecuencia de los malos tratos recibidos de sus guardianes durante el camino de regreso, entregó su alma a Dios en Cumana, localidad del Ponto, el catorce de septiembre. Este incomparable maestro recibió después de su muerte el nombre de «Crisóstomo» o «Boca de Oro», en recuerdo de sus maravillosos dones de oratoria. Pero su piedad y su indomable valor son títulos todavía más gloriosos que hacen de él uno de los más grandes pastores de la Iglesia. San Juan nació en Antioquía de Siria, alrededor del año 347. Era hijo único de Segundo, comandante de las tropas imperiales. Su madre, Antusa, que quedó viuda a los veinte años, consagraba su tiempo a cuidar de su hijo, de su hogar, y a los ejercicios de piedad. Su ejemplo impresionó tan profundamente a uno de los maestros de Juan, famoso sofista pagano, que no pudo contener la exclamación: «¡Qué mujeres tan extraordinarias produce el Cristianismo!» Antusa escogió para su hijo los más notables maestros del Imperio. La elocuencia constituía en aquella época una de las más importantes disciplinas. Juan la estudió bajo la dirección de Libanio, el más famoso de los oradores de su tiempo, y pronto superó a su propio maestro. Cuando preguntaron a Libanio en su lecho de muerte quién debía sucederle en el cargo, respondió: «Yo había escogido a Juan, pero los cristianos nos le han arrebatado». Leer Mas... Le Saint Nom de Marie -Santísimo Nombre de María Ha sido Lucas en su evangelio quien nos ha dicho el nombre de la doncella que va a ser la Madre de Dios: "Y su nombre era María". El nombre de María, traducido del hebreo "Miriam", significa, Doncella, Señora, Princesa. Estrella del Mar, feliz Puerta del cielo, como canta el himno Ave maris stella. El nombre de María está relacionado con el mar pues las tres letras de mar guardan semejanza fonética con María. También tiene relación con "mirra", que proviene de un idioma semita. La mirra es una hierba de África que produce incienso y perfume. En el Cantar de los Cantares, el esposo visita a la esposa, que le espera con las manos humedecidas por la mirra. "Yo vengo a mi jardín, hermana y novia mía, a recoger el bálsamo y la mirra". "He mezclado la mirra con mis aromas. Me levanté para abrir a mi amado: mis manos gotean perfume de mirra, y mis dedos mirra que fluye por la manilla de la cerradura". Los Magos regalan mirra a María como ofrenda de adoración. "Y entrando a la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, lo adoraron y abriendo sus cofres, le ofrecieron oro, incienso y mirra". Leer Mas... San Nicolás de Tolentino, religioso presbítero En Tolentino, del Piceno, san Nicolás, presbítero, religioso de la Orden de Ermitaños de San Agustín, el cual, fraile de rigurosa penitencia y oración asidua, severo consigo y comprensivo con los demás, se autoimponía muchas veces la penitencia de otros. Nació en Sant´Angelo in Pontano, Italia, en 1245. Sus padres, que durante años esperaban descendencia, en el transcurso de una peregrinación a Bari prometieron que si lograban ser bendecidos por Dios con ella en el caso de que fuese un varón lo consagrarían a san Nicolás, titular de la ciudad. Y así lo hicieron atribuyéndole la pronta concepción de ese hijo tan deseado. El pequeño Nicolás creció dando muestras de la bondad y amabilidad que, junto a su desprendimiento y sensibilidad por los necesitados, caracterizaría su vida entera. Y es que el sensible y piadoso muchacho solía atender personalmente a los pobres que llegaban a su casa pidiendo ayuda. Los primeros conocimientos se los proporcionó el sacerdote en su localidad natal. Puede que el ejemplo y educación que recibió de sus padres, junto con la cercana presencia de los ermitaños agustinos, despertara en él una temprana vocación, porque a los 12 años ingresó en el convento como «oblato». Su idea no era recibir únicamente esa formación que completaría con creces la que pudo darle el bondadoso clérigo, sino que albergaba el sueño de ser agustino. A los 15 años inició el noviciado, y en 1261 profesó. En 1269 fue ordenado sacerdote por el obispo san Benito de Cíngoli. Después ejerció su misión pastoral en distintos puntos de la región de Las Marcas durante seis años. Pero sus superiores seguramente preocupados por su débil salud, viendo que ni siquiera le ayudaba en su restablecimiento la misión que le encomendaron de maestro de novicios que no exigía continuos desplazamientos, en 1275 determinaron enviarle a Tolentino donde permaneció el resto de su vida. Leer mas.... |
Haz clic aquí para modificar.AuthorLa vida de los santos es un modelo a seguir para todos, ya que ellos atravéz de sus vidas entregadas al sacrificio, oración y a la caridad se han distinguido con la gracia de nuestro Señor Jesucristo. Archives
Julio 2016
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