Siguiendo las huellas de Jesus
Ministerio Imitando a Jesus
  • Evangelio del Dia
  • Podcast
  • Santoral
  • Eventos
  • About
  • Liturgia de las Horas para los Fieles

San Gabriel de la Virgen

2/27/2015

0 Comentarios

 
Imagen
San Gabriel de la Virgen de los Dolores Possenti, religioso 

En Isola, en la región de los Abruzos, en Italia, san Gabriel de la Virgen de los Dolores (Francisco) Possenti, acólito, que, renunciando a la vanidad del mundo, todavía adolescente ingresó en la Congregación de la Pasión de Jesucristo, donde en breve tiempo consumó su vida.
Gabriel era hijo de un distinguido abogado, quien ocupó una serie de cargos importantes por cuenta del gobierno de los Estados de la Iglesia: Sante Possenti. Tuvo trece hijos, el undécimo de los cuales fue el futuro santo, que nació en 1838 y recibió en el bautismo el nombre de Francisco. Algunos de los hermanos del santo murieron en la niñez. La madre falleció en 1842, cuando Francisco sólo tenía cuatro años. El señor Possenti acababa de ser nombrado principal asesor de Espoleto, donde Francisco recibió casi toda su educación, en el colegio de los jesuitas. A diferencia de tantas otras vidas de aspirantes a la canonización, en las que la leyenda ha introducido una serie de hechos sorprendentes de dudoso gusto, la infancia de Francisco Possenti, como la de Santa Teresa del Niño Jesús, fue perfectamente ordinaria. No se cuenta de él que haya tenido visiones a los cuatro años, ni que haya inventado formas extraordinarias de penitencia antes de los ocho. Al contrario, parece que poseía un temperamento vehemente, que no siempre sabía dominar, y que era muy meticuloso en cuestión de vestido y apariencia personal. Leía muchas novelas, era muy alegre e iba con frecuencia al teatro, si bien las piezas que veía no tenían nada de escandaloso. Su carácter alegre y su atractivo físico lo hicieron muy popular. Aunque no hay razones para creer que haya perdido la inocencia bautismal, ni quebrantado gravemente la ley de Dios, lo cierto es que durante su vida de religioso, el santo no veía con buenos ojos esa primera parte de su vida. Más tarde escribió a un amigo:

Querido Felipe, si realmente amas a tu alma, apártate de las malas compañías y no frecuentes el teatro. Yo sé por experiencia, cuán difícil es salir de él en estado de gracia; por lo menos constituye un grave peligro. Evita las reuniones mundanas y las malas lecturas. Creo, te lo aseguro, que, si hubiese permanecido en el mundo, no habría conseguido la salvación de mi alma. Dime: ¿No crees que yo me divertí bastante? Pues bien, el resultado de todo ello no es más que la amargura y el temor. No te rías de mí, Felipe, porque te estoy hablando con el corazón en la mano. Te ruego que me perdones, si alguna vez te escandalicé. Y retiro todo el mal que pueda haber dicho de otros delante de ti. Perdóname y pide que Dios me perdone también.

Probablemente el tono de autoacusación de esta carta se debe a la sensibilidad de conciencia que el santo desarrolló durante el noviciado; pero no es imposible que sus años de juventud hayan sido relativamente frivolos, ya que sus amigos le llamaban, sin duda con cierta exageración, «il damerino», es decir, «el enamoradizo». Tal vez san Gabriel no prestó oídos al llamado de Dios la primera vez que Él se dejó oír claramente en su corazón. Antes de terminar sus estudios, que debían abrirle una prometedora carrera en el mundo, cayó gravemente enfermo y prometió entrar en religión, si recobraba la salud; pero al sanar no hizo nada por cumplir su promesa. Un año o dos más tarde, un ataque de laringitis le puso de nuevo a las puertas de la muerte; renovó su promesa y se encomendó a la intercesión del mártir jesuita Andrés Bobola, que acababa de ser beatificado. Habiendo recobrado milagrosamente la salud, pidió ser admitido en la Compañía de Jesús. Fue aceptado, pero dilató su ingreso, pues tal vez dudaba si Dios le llamaba a una vida de mayor penitencia, y además no tenía sino diecisiete años. Por entonces, el cólera le arrebató a su hermana predilecta. Impresionado por la fragilidad de la vida humana, Francisco ingresó en la Congregación de los Pasionistas, con la aprobación de su confesor, que era un jesuita. En el noviciado de Morrovalle, a donde llegó en septiembre de 1856, recibió el nombre de Gabriel de la Dolorosa. La vida de Gabriel se convirtió desde entonces en un extraordinario esfuerzo por alcanzar la perfección en las cosas pequeñas. Quienes tuvieron oportunidad de conocerle se sintieron impresionados por su lucidez, su espíritu de oración, su caridad con los pobres, su amor al prójimo, su exacta observancia, su deseo constante de mortificarse más allá de sus fuerzas (sin dejar por ello de someterse al juicio de sus superiores), y su absoluta docilidad en la obediencia. Los testimonios de las actas de beatificación son totalmente convincentes. La vida de san Gabriel de la Dolorosa fue de una generosidad sin límites; pero lo más extraordinario es la alegría con que supo consumar el sacrificio. Naturalmente, una vida así tiene pocos detalles pintorescos. Citemos, como ejemplo de la sencillez con que el santo tendió a la perfección, un pasaje de una de sus biografías, pero recordemos que bajo esa aparente sencillez se esconde la enorme fatiga del vencimiento constante de sí mismo:

Su deseo de penitencia era insaciable. Durante mucho tiempo pidió permiso de llevar un áspero cilicio de metal. Sus superiores se lo negaron pero el santo continuó pidiéndolo modestamente. Su director le decía: «Quieres a toda costa llevar una pobre cadenilla, cuando lo que realmente necesitas es encadenar tu voluntad. Vete y no me hables más de ellos». El santo se retiraba profundamente mortificado. En otra ocasión, su director le dijo al mismo propósito: «Puesto que tienes tantas ganas de ese cilicio, te doy permiso de que te lo pongas; pero tienes que llevarlo encima del hábito y a la vista de todos, para que todo el mundo sepa cuán mortificado eres». A pesar de la humillación que eso le causaba, Gabriel se puso el cilicio como su director se lo había indicado; esto hizo reir mucho a sus compañeros, pero Gabriel lo soportó en silencio, sin pedir que le dispensaran de esa mortificación que le ponía en ridículo.

Cuando apenas llevaba cuatro años en religión, en el curso de los cuales el hermano Gabriel ya dejaba adivinar el fruto que recogería en las almas al llegar al sacerdocio, aparecieron los primeros síntomas de tuberculosis. Sus superiores se vieron obligados a dispensarle, muy contra la voluntad del santo, de los deberes de la vida comunitaria. La paciencia en la debilidad y los sufrimientos corporales y la total sumisión a las restricciones que los superiores le imponían se convirtieron en las principales características del santo. Su ejemplo impresionaba profundamente a todos; pero él evitaba cuidadosamente hacerse notar y poco antes de su muerte, destruyó todos los apuntes espirituales en los que hablaba de las gracias que Dios había derramado sobre él. Murió apaciblemente en la madrugada del 27 de febrero de 1862, en Isola di Gran Sasso, en los Abruzos. San Gabriel de la Dolorosa fue canonizado en 1920.


0 Comentarios

San Alejandro de Alejandría

2/26/2015

0 Comentarios

 
Imagen
San Alejandro de Alejandría, obispo


Conmemoración de san Alejandro, obispo, anciano célebre por el celo de su fe, que fue elegido para la sede alejandrina como sucesor de san Pedro. Rechazó la nefasta herejía de su presbítero Arrio, que se había apartado de la comunión de la Iglesia, y junto con trescientos dieciocho Padres participó en el primer Concilio de Nicea, que condenó tal error.

San Alejandro, quien sucedió al beato Aquileo en la sede de Alejandría, es famoso sobre todo por haberse opuesto a la herejía de Arrio, un sacerdote alejandrino que empezó a propagar abiertamente sus doctrinas, durante el gobierno de san Alejandro. El obispo era un hombre de vida y doctrina apostólicas, muy caritativo con los pobres, lleno de fe, celo y fervor. Admitía de preferencia a las órdenes sagradas a quienes se habían santificado en la soledad y tuvo gran acierto en la elección de los obispos en todo Egipto. Parecería que el demonio, furioso del desprestigio en que iba cayendo la idolatría, se hubiese esforzado en reparar sus pérdidas, fomentando la herejía del impío Arrio. El heresiarca enseñaba no sólo que Cristo no era Dios, sino que era una simple criatura; que el Verbo había comenzado a existir y que era capaz de pecar.

Algunos cristianos se escandalizaron de la paciencia de san Alejandro, cuya bondad natural le llevó a emplear con Arrio, al principio, los métodos más suaves, discutiendo con él sus doctrinas y rogándole que volviese a la ortodoxia. Como su intento fracasó y la doctrina de Arrio empezó a ganar partidarios, el obispo convocó al heresiarca ante una asamblea del clero, la cual le excomulgó al ver su obstinación. Arrio fue juzgado, además, por otro concilio de Alejandría, que confirmó la sentencia del anterior. San Alejandro escribió una carta al obispo Alejandro de Constantinopla y una encíclica a los demás obispos, en las que exponía la herejía y anunciaba la condenación del heresiarca. Esas dos cartas son las únicas que se conservan, a pesar de que san Alejandro mantuvo una extensa correspondencia sobre el tema.

En 325, los legados papales asistieron al Concilio ecuménico de Nicea, convocado para discutir la cuestión. Arrio se hallaba también presente. Marcelo de Ancira y el diácono san Atanasio, que habían acompañado a san Alejandro, expusieron la falsedad de las nuevas doctrinas y refutaron a fondo a los arrianos. El Concilio condenó enfática e inapelablemente el arrianismo, y el emperador Constantino desterró a Arrio y a algunos de sus partidarios a Iliria. Después de este triunfo de la fe, san Alejandro retornó a Alejandría, donde murió dos años más tarde, dejando como sucesor a san Atanasio.

 Acta Sanctorum, febrero, vol. III; igualmente DCB., vol. I, pp. 79-82, y Hefele-Leclercq, Conciles, vol. I, pp. 357 ss. y 636, nota.

fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI


0 Comentarios

Beato Sebastián de Aparicio

2/25/2015

0 Comentarios

 
Imagen
Beato Sebastián de Aparicio, religioso

En Puebla de los Ángeles, en México, beato Sebastián Aparicio, que, siendo pastor de ovejas, se trasladó de España a México, donde reunió con su trabajo una notable fortuna con la que ayudó a los pobres, y tras haber enviudado dos veces, fue recibido como hermano laico en la Orden de los Hermanos Menores, en la cual falleció casi centenario.

Este hombre fue un verdadero domador de animales y se hizo santo haciendo de agricultor, de transportador y de mandadero.

Nació en Galicia, España. Cuando era niño, llegó a su pueblo una terrible epidemia y a todos los apestados los alejaban de los demás para que no los contagiaran. Sebastián se enfermó y la mamá lo llevó aparte a una cueva. Pero llegó una loba y lo mordió, y con la hemorragia se curó de la enfermedad. Desde entonces tuvo un especial amor por los animales y una influencia admirable sobre ellos.




Leer más
0 Comentarios

San Evecio de Nicomedia

2/24/2015

0 Comentarios

 
San Evecio, mártir

En Nicomedia, de Bitinia, pasión de san Evecio, que en tiempo del emperador Diocleciano, al ver expuesto en la plaza el edicto contra los adoradores de Dios, ardiente de fe rasgó el documento ante todo el pueblo, y por ello fue sometido a crueles suplicios.

El Martirologio Siríaco, el más antiguo que se conoce, descubierto en 1884, menciona en Nicomedia la pasión de san Evecio, el 24 de febrero. Es muy probable (y esa convicción expresa el elogio del Martirologio Romano actual), que este mártir sea el anónimo cristiano que evocan Eusebio de Cesarea en su Historia Eclesiástica y Lactancio en "La muerte de los perseguidores":

«...tan pronto como se promulgó en Nicomedia el edicto contra las iglesias, uno que no era un personaje oscuro, sino de los más preclaros, según la estimación de las excelencias de esta vida, empujado por el celo de Dios, se lanzó con fe ardiente, y después de arrancar el edicto que se hallaba en lugar visible y público, por considerarlo impío e irreligioso, lo desgarró, a pesar de haber en la misma ciudad dos emperadores, el más antiguo de todos [el Augusto Dioclesiano], y el que después de él ocupaba el cuarto puesto en el gobierno [el César Galerio].

Mas éste fue el primero de los que en aquella ocasión se distinguieron de esta manera, y tras sufrir enseguida cuanto era de suponer por tal atrevimiento, conservó la calma y la tranquilidad hasta su último suspiro.»(Historia Eclesiástica)

Los hechos a los que se refiere ocurrieron en Nicomedia en el año 303; no parece tan claro en la redacción de Eusebio que este intrépido confesor de la fe haya muerto por ese acto, sino que sólo habla de que sufrió tormentos, ya que "conservar la calma hasta el último suspiro" puede entenderse de muchas maneras. Sin embargo Lactancio precisa que este mártir (a quien él tampoco pone nombre) «fue inmediatamente aprehendido, llevado a juicio, torturado y quemado vivo, en las formas de la ley. Y luego de mostrar admirable paciencia, fue reducido a cenizas»(De mortibus persecutorum).

También se ha sugerido que el mártir al que se refieren Eusebio y Lactancio sea San Jorge, y por tanto seguiríamos sin saber quién fue san Evecio; sin embargo, como he señalado, el Martirologio Romano actual se decanta por la identificación.

 Historia Eclesiástica de Eusebio, VIII,5 (edición BAC, 2008, tr. Argimiro Velasco Delgado); Lactancio, De mortibus persecutorum cap. 13 (hay versión en inglés en New Advent). 

0 Comentarios

San Policarpo de Esmirna

2/23/2015

0 Comentarios

 
Imagen
San Policarpo de Esmirna, obispo y mártir

Memoria de san Policarpo, obispo y mártir, discípulo de san Juan y el último de los testigos de los acontecimientos apostólicos, que en tiempo de los emperadores Marco Antonino y Lucio Aurelio Cómodo, cuando contaba ya casi noventa años, fue quemado vivo en el anfiteatro de Esmirna, en Asia, en presencia del procónsul y del pueblo, mientras daba gracias a Dios Padre por haberle contado entre los mártires y permitido participar del cáliz de Cristo.

Obispo y Mártir.San Policarpo fue uno de los discípulos del apóstol San Juan Evangelista. Los fieles le profesaban una gran admiración. Y entre sus discípulos tuvo a San Ireneo y a varios santos más. 

San Policarpo era obispo de la ciudad de Esmirna, en Turquía, y fue a Roma a dialogar con el Papa Aniceto para ver si podían ponerse de acuerdo para unificar la fecha de fiesta de Pascua entre los cristianos de Asia y los de Europa. Y caminando por Roma se encontró con un hereje que negaba varias verdades de la religión católica. El otro le preguntó: ¿No me conoces? Y el santo le respondió: ¡Si te conozco. Tu eres un hijo de Satanás! 

Cuando San Ignacio de Antioquía iba hacia Roma, encadenado para ser martirizado, San Policarpo salió a recibirlo y besó emocionado sus cadenas. Y por petición de San Ignacio escribió una carta a los cristianos del Asia, carta que según San Jerónimo, era sumamente apreciada por los antiguos cristianos. 

El pueblo estaba reunido en el estadio y allá fue llevado Policarpo para ser juzgado. El gobernador le dijo: "Declare que el César es el Señor". Policarpo respondió: "Yo sólo reconozco como mi Señor a Jesucristo, el Hijo de Dios". Añadió el gobernador: ¿Y qué pierde con echar un poco de incienso ante el altar del César? Renuncie a su Cristo y salvará su vida. A lo cual San Policarpo dio una respuesta admirable. Dijo así: "Ochenta y seis años llevo sirviendo a Jesucristo y El nunca me ha fallado en nada. ¿Cómo le voy yo a fallar a El ahora? Yo seré siempre amigo de Cristo". 



El gobernador le grita: "Si no adora al César y sigue adorando a Cristo lo condenaré a las llamas",. Y el santo responde: "Me amenazas con fuego que dura unos momentos y después se apaga. Yo lo que quiero es no tener que ir nunca al fuego eterno que nunca se apaga". 

En ese momento el pueblo empezó a gritar: ¡Este es el jefe de los cristianos, el que prohíbe adorar a nuestros dioses ¡ Qué lo quemen! Y también los judíos pedían que lo quemaran vivo. El gobernador les hizo caso y decretó su pena de muerte, y todos aquellos enemigos de nuestra santa religión se fueron a traer leña de los hornos y talleres para encender una hoguera y quemarlo. 

Hicieron un gran montón de leña y colocaron sobre él a Policarpo. Los verdugos querían amarrarlo a un palo con cadenas pero él les dijo: "Por favor: déjenme así, que el Señor me concederá valora para soportar este tormento sin tratar de alejarme de él". Entonces lo único que hicieron fue atarle las manos por detrás. 

Policarpo, elevando los ojos hacia el cielo, oró así en alta voz: "Señor Dios, Todopoderoso, Padre de Nuestro Señor Jesucristo: yo te bendigo porque me has permitido llegar a esta situación y me concedes la gracia de formar parte del grupo de tus mártires, y me das el gran honor de poder participar del cáliz de amargura que tu propio Hijo Jesús tuvo que tomar antes de llegar a su resurrección gloriosa. Concédeme la gracia de ser admitido entre el grupo de los que sacrifican su vida por Ti y haz que este sacrificio te sea totalmente agradable. Yo te alabo y te bendigo Padre Cestial por tu santísimo Hijo Jesucristo a quien sea dada la gloria junto al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos". 

"Tan pronto terminó Policarpo de rezar su oración, prendieron fuego a la leña, y entonces sucedió un milagro ante nuestros ojos y a la vista de todos los que estábamos allí presentes (sigue diciendo la carta escrita por los testigos que presenciaron su martirio): las llamas, haciendo una gran circunferencia, rodearon al cuerpo del mártir, y el cuerpo de Policarpo ya no parecía un cuerpo humano quemado sino un hermoso pan tostado, o un pedazo de oro sacado de un horno ardiente. Y todos los alrededores se llenaron de un agradabilísimo olor como de un fino incienso. Los verdugos recibieron la orden de atravesar el corazón del mártir con un lanzazo, y en ese momento vimos salir volando desde allí hacia lo alto una blanquísima paloma, y al brotar la sangre del corazón del santo, enseguida la hoguera se apagó" 

"Los judíos y paganos le pidieron al jefe de la guardia que destruyeran e hicieran desaparecer el cuerpo del mártir, y el militar lo mandó quemar, pero nosotros alcanzamos a recoger algunos de sus huesos y los veneramos como un tesoro más valioso que las más ricas joyas, y los llevamos al sitio donde nos reunimos para orar". 

El día de su martirio fue el 23 de febrero del año 155. Esta carta, escrita en el propio tiempo en que sucedió el martirio, es una narración verdaderamente hermosa y provechosa.



Oremos 
Dios y Señor de todo lo creado, que quisiste que San Policarpo fuera contado entre tus mártires, concédenos, por su intercesión, participar con él en la pasión de Cristo, para poder así resucitar, también con él, a la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.


«Oh, Señor, Dios de los Ángeles y de los Arcángeles, nuestra resurrección y precio de nuestro pecado, rector de todo el universo y amparo de los justos: gracias te doy porque me has tenido por digno de padecer martirio por ti, para que de este modo perciba mi corona y comience el martirio por Jesucristo en unidad del Espíritu Santo; y así, acabado hoy mi sacrificio, veas cumplidas tus promesas. Seas, pues bendito y eternamente glorificado por Jesucristo Pontífice omnipotente y eterno, y todo os sea dado con él y el Espíritu Santo, por todos los siglos de los siglos. Amén» (Oración del santo en el momento del martirio, conforme la reproducen las Actas del martirio de san Policarpo)



Nuestra Señora de Roches, cerca de  Salamanca, España (434)




0 Comentarios

San Pedro Damiáni

2/21/2015

0 Comentarios

 
Imagen
San Pedro Damiani, obispo y doctor de la Iglesia

Memoria de san Pedro Damiani, cardenal obispo de Ostia y doctor de la Iglesia. Habiendo entrado en el eremo de Fonte Avellana, promovió denodadamente la vida religiosa, y en los tiempos difíciles de la reforma de la Iglesia, trabajó para que los monjes se dedicasen a la santidad de la contemplación, los clérigos a la integridad de vida, y para que el pueblo cristiano mantuviese la comunión con la Sede Apostólica. Falleció el día veintidós de febrero en la ciudad de Favencia, de la Romagna.

San Pedro Damiáni, obispo y doctor de la Iglesia (1007-1072)
Al lado de san Romualdo, fundador de los camaldulenses, san Juan Gualberto, san Nilo y del monje Hildebrando, (futuro Gregorio VII) fue uno de los hombres más beneméritos e insignes.

Pedro nació en Rávena en el año 1007 en una familia numerosa y pobre. Fue el hijo último; pronto quedó huérfano y al cargo de uno de sus hermanos mayores que lo trató con dureza extrema, casi como a un esclavo, teniéndolo descalzo y a medio cubrir con andrajos, encargado de cuidar de los animales de la granja. Visto en esa situación lo tomó otro hermano a su cuidado; era Damián, con corazón bueno; tan grande fue el cambio, que Pedro no olvidará el gesto y añadirá en adelante, como su segundo nombre, el de su hermano Damián.





Leer más
0 Comentarios

Beato  Álvaro de Zamora de Córdoba

2/19/2015

0 Comentarios

 
Imagen
Álvaro de Córdoba, el beato, nació a mediados del siglo XIV, en Zamora (1360?) y murió en Córdoba el año 1430. Perteneció a la noble familia Cardona.

Entró en el convento dominico de S. Pedro en Córdoba, en el año 1368. Fue un famoso y ardiente predicador, y con su ejemplo y sus obras, contribuyó a la reforma de la Orden, iniciada por el Beato Raimundo de Capua y sus discípulos.

Después de volver de una peregrinación a Tierra Santa, quedó impactado en el corazón por el doloroso Camino del Calvario, recorrido por nuestro Salvador.

Deseoso de vivir una existencia en soledad y perfección, donde poder templar el espíritu para un apostolado más provechoso, con el favor del rey D. Juan II de Castilla, del que era su confesor, pudo fundar a tres millas de Córdoba el famoso y observante convento de Sto. Domingo Escalaceli (Escalera del Cielo), donde había varios oratorios que reproducían la “vía dolorosa”, por él venerada en Jerusalén. Esta sagrada representación fue imitada en otros conventos, dando origen a la devoción tan bella del “Vía Crucis”, apreciadísima en la piedad cristiana.

De noche, se retiraba a una gruta distante del convento donde, a imitación de su Sto. Padre Domingo, oraba y se flagelaba. Con el tiempo, ésta se convirtió en meta de peregrinaciones para los fieles. Poseía el don de profecía y obró milagros.

Murió el 19 de febrero de 1430 y fue sepultado en su convento.


0 Comentarios

Miércoles de Ceniza

2/18/2015

0 Comentarios

 
Imagen
La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el Cielo.

La Cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza y es un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón.

Las palabras que se usan para la imposición de cenizas, son:

*“Concédenos, Señor, el perdón y haznos pasar del pecado a la gracia y de la muerte a la vida”

*“Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás"

* “Arrepiéntete y cree en el Evangelio”. 


ORIGEN DE LA COSTUMBRE

Antiguamente los judíos acostumbraban cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas también usaban la ceniza como signo de su deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios.


En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito penitencial". Esto representaba su voluntad de convertirse.

En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma acostumbra poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.

Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos del año anterior. Esto nos recuerda que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada.

También, fue usado el período de Cuaresma para preparar a los que iban a recibir el Bautismo la noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de ayuno.

La imposición de ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo. Nos enseña que todo lo material que tengamos aquí se acaba. En cambio, todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad. Al final de nuestra vida, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos.

Cuando el sacerdote nos pone la ceniza, debemos tener una actitud de querer mejorar, de querer tener amistad con Dios. La ceniza se le impone a los niños y a los adultos.

EL AYUNO Y LA ABSTINENCIA

El miércoles de ceniza y el viernes santo son días de ayuno y abstinencia. La abstinencia obliga a partir de los 14 años y el ayuno de los 18 hasta los 59 años. El ayuno consiste hacer una sola comida fuerte al día y la abstinencia es no comer carne. Este es un modo de pedirle perdón a Dios por haberlo ofendido y decirle que queremos cambiar de vida para agradarlo siempre.

LA ORACIÓN:
La oración en este tiempo es importante, ya que nos ayuda a estar más cerca de Dios para poder cambiar lo que necesitemos cambiar de nuestro interior.


Necesitamos convertirnos, abandonando el pecado que nos aleja de Dios. Cambiar nuestra forma de vivir para que sea Dios el centro de nuestra vida. Sólo en la oración encontraremos el amor de Dios y la dulce y amorosa exigencia de su voluntad.

Para que nuestra Oración tenga frutos, debemos evitar lo siguiente:

La hipocresía: Jesús no quiere que oremos para que los demás nos vean llamando la atención con nuestra actitud exterior. Lo que importa es nuestra actitud interior.

La disipación: Esto quiere decir que hay que evitar las distracciones lo más posible. Preparar nuestra oración, el tiempo y el lugar donde se va a llevar a cabo para podernos poner en presencia de Dios.

La multitud de palabras: Esto quiere decir que no se trata de hablar mucho o repetir oraciones de memoria sino de escuchar a Dios. La oración es conformarnos con Él; nuestros deseos, nuestras intenciones y nuestras necesidades. Por eso no necesitamos decirle muchas cosas. La sinceridad que usemos debe salir de lo profundo de nuestro corazón porque a Dios no se le puede engañar. 

EL SACRIFICIO:


Al hacer sacrificios (cuyo significado es "hacer sagradas las cosas"), debemos hacerlos con alegría, ya que es por amor a Dios. Si no lo hacemos así, causaremos lástima y compasión y perderemos la recompensa de la felicidad eterna. Dios es el que ve nuestro sacrificio desde el cielo y es el que nos va a recompensar.

“Cuando ayunéis no aparezcáis tristes, como los hipócritas que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo, ya recibieron su recompensa. Tú cuando ayunes, úngete la cabeza y lava tu cara para que no vean los hombres que ayunas, sino Tu Padre, que está en lo secreto: y tu padre que ve en lo secreto, te recompensará." (Mt 6,6).


CONCLUSIÓN:

Como vemos, la ceniza no es un rito mágico, no nos quita nuestros pecados, para ello tenemos el Sacramento de la Reconciliación. Es un signo de arrepentimiento, de penitencia, pero sobre todo de conversión. Es el inicio del camino de la Cuaresma, para acompañar a Jesús desde su desierto hasta el día de su triunfo que es el Domingo de Resurrección. 

Debe ser un tiempo de reflexión de nuestra vida, de entender a donde vamos, de analizar como es nuestro comportamiento con nuestra familia y en general con todos los seres que nos rodean.

En estos momentos al reflexionar sobre nuestra vida, debemos convertirla de ahora en adelante en un seguimiento a Jesús, profundizando en su mensaje de amor y acercándonos en esta Cuaresma al Sacramento de la Reconciliación (también llamado confesión), que como su nombre mismo nos dice, representa reconciliarnos con Dios y sin reconciliarnos con Dios y convertirnos internamente, no podremos seguirle adecuadamente.

Está Reconciliación con Dios está integrada por el Arrepentimiento, la Confesión de nuestros pecados, la Penitencia y finalmente la Conversión.

El arrepentimiento: Debe ser sincero, reconocer que las faltas que hemos cometido (como decimos en el Credo: en pensamiento, palabra, obra y omisión), no las debimos realizar y que tenemos el firme propósito de no volverlas a cometer.

La confesión de nuestros pecados: El arrepentimiento de nuestras faltas, por sí mismo no las borra, sino que necesitamos para ello la gracia de Dios, la cual llega a nosotros por la absolución de nuestros pecados expresada por el sacerdote en la confesión.

La penitencia: Que debemos cumplir empieza desde luego por la que nos imponga el sacerdote en el Sacramento de la Reconciliación, pero debemos continuar con la oración, que es la comunicación íntima con Dios, con el ayuno, que además del que manda la Iglesia en determinados días, es la renuncia voluntaria a diferentes satisfactores con la intención de agradar a Dios y con la caridad hacia el prójimo.

Y finalmente la Conversión que como hemos dicho es ir hacia delante, es el seguimiento a Jesús.

Es un tiempo de pedir perdón a Dios y a nuestro prójimo, pero es también un tiempo de perdonar a todos los que de alguna forma nos han ofendido o nos han hecho algún daño. Pero debemos perdonar antes y sin necesidad de que nadie nos pida perdón, recordemos como decimos en el Padre Nuestro, muchas veces repitiéndolo sin meditar en su significado, que debemos pedir perdón a nuestro Padre, pero antes tenemos que haber perdonado sinceramente a los demás. 

Y terminemos recorriendo al revés nuestra frase inicial, diciendo que debemos escuchar y leer el Evangelio, meditarlo y Creer en él y con ello Convertir nuestra vida, siguiendo las palabras del Evangelio y evangelizando, es decir transmitiendo su mensaje con nuestras acciones y nuestras palabras.

Sugerencias para vivir la fiesta:


  • Asistir a la iglesia a ponerse ceniza con la actitud de conversión que debemos tener.


  • Leer la parábola del hijo pródigo, San Lucas 15, 11-32 o el texto evangélico de San Mateo 6, 1-8.

0 Comentarios

Santos Fundadores Siervos de la Virgen María

2/17/2015

0 Comentarios

 
Imagen
Los siete Santos Fundadores 
de la Orden de los Siervos de la Virgen María


Los siete santos Fundadores de la Orden de los Siervos de la Virgen María: Bonfilio, Bartolomé, Juan, Benito, Gerardino, Ricovero y Alejo, todos mercaderes de Florencia, que se retiraron de común acuerdo al monte Senario para servir a la Santísima Virgen María, y fundaron para ello una Orden bajo la Regla de san Agustín. Son conmemorados en este día, en el que falleció, ya centenario, el último de ellos, Alejo.

En un período de dos años, siete jóvenes florentinos –miembros de las familias más importantes de la ciudad- se asociaron a la Confraternidad de la Santísima Virgen –popularmente conocidos como los "Ludesi" o los alabadores-, en una época en que Florencia estaba acosada por alborotos políticos y perturbada por la herejía. 

Pese a algunas dificultades, los jóvenes, por revelación divina, decidieron alejarse del mundo y tras conseguir la aprobación del Obispo, se mudaron a una casa llamada "La Carmazia", en las afueras de la ciudad, donde decidieron llevar una vida de penitencia y oración, pero los continuos visitantes florentinos comenzaron a distraerlos y así decidieron retirarse a las laderas desiertas del Monte Senario, donde construyeron un sencilla Iglesia y una ermita, en la que llevaban un vida austeridades casi increíbles. Sin embargo, tras una nueva visión de la Virgen en oración profunda, los jóvenes –por indicación de Nuestra Señora- decidieron formar la orden de Siervos de María, vistiendo un hábito negro y siguiendo la regla de San Agustín. 

A partir de 1240, fueron conocidos como Siervos de María o Servitas, quienes rápidamente extendieron su labor apostólica por toda Florencia, llegando a fundar varios conventos e iglesias.







Oremos 
Dios todopoderoso y eterno, que al premiar a los Santos nos ofreces una prueba de tu gran amor hacia los hombres, te pedimos que la intercesión y el ejemplo de los santos nos sirvan de ayuda para seguir mas fielmente a Jesucristo, tu hijo. Que vive y reina contigo.





Señor, infunde en nosotros el espíritu de amor que llevó a estos santos hermanos a venerar con la mayor devoción a la Madre de Dios, y les impulsó a conducir a tu pueblo al conocimiento y al amor de tu nombre. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén



Nuestra Señor de Constantinopla, Bari, Turquía, (566)





0 Comentarios

Beato José Allamano

2/16/2015

0 Comentarios

 
Imagen
Beato José Allamano, presbítero y fundador

En Turín, en Italia, beato José Allamano, presbítero, que, lleno de fervor, para propagar la fe cristiana fundó las congregaciones de hombres y de mujeres denominadas Misioneros y Misioneras de la Consolata.

Nació en Castelnuovo d’Asti el 21 de enero de 1851. Sus padres eran campesinos y tuvieron cinco hijos. José fue el cuarto. A los 3 años perdió a su progenitor, y a partir de entonces su madre, su maestra Benedetta Savio, su tío san José Cafasso y san Juan Bosco se ocuparían de formarle en las distintas etapas de su vida. Su encuentro con éste último se produjo en 1862. José era uno de los moradores del Oratorio de Valdocco y tuvo la gracia de tenerle como confesor. Los cuatro años que pasó junto a Don Bosco, como le sucedió a otros muchachos, dejaron una profunda huella en su vida. De hecho, el afecto por este gran maestro perduró siempre en su corazón. 


Leer más
0 Comentarios
<<Anterior

    Haz clic aquí para modificar.

    Comentarios

    Author

    La vida de los santos es un modelo a seguir para todos, ya que ellos atravéz de sus vidas entregadas al sacrificio, oración y a la caridad se han distinguido con la gracia de nuestro Señor Jesucristo.

    Archives

    Julio 2016
    Junio 2016
    Mayo 2016
    abril 2016
    Marzo 2016
    Febrero 2016
    Enero 2016
    Diciembre 2015
    Noviembre 2015
    Octubre 2015
    Septiembre 2015
    Agosto 2015
    Julio 2015
    Junio 2015
    Mayo 2015
    abril 2015
    Marzo 2015
    Febrero 2015
    Enero 2015
    Diciembre 2014
    Noviembre 2014
    Octubre 2014
    Septiembre 2014

    Categories

    Todos
    Antonio Y Juan
    Apostol
    Apostol Santiago
    Beato Alvaro E Zamora
    Beato Bartolome Gutierrez
    Beato Jacobo Strepa
    Beato Marcelo Spinola
    Bienaventurada Virgen Maria
    Bto.Elias Del Socorro
    Bto Jacinto Delos Angeles
    Bto Juan Bautista
    Bto. Miguel Agustin Pro
    Btos. Cristobal
    Catedra De San Pedro Apostol
    Conversion De Pablo
    Cristobal
    CSan Cristobal Magallanes
    Demetrio De Tesalónica
    Dionisio De Corinto Santo
    Epifania Del Señor
    Epifania Del Señor
    Fieles Difuntos
    Francisco Caracciolo
    Fray Junipero Serra
    Ines De Bohemia De Praga
    Inés De Montepulciano
    Jacinta Mariscotti
    Juan Bautista
    Juan I Santo
    La Ascensión Del Señor
    La Ascensión Del Señor
    La Epifania Del Señor
    La Inmaculada Concepcion
    La Natividad Del Señor
    La Presentacion De Jesus
    LA SANTISIMA TRINIDA
    Los Santos Inocentes
    Los Siete Santos
    Mártires
    Martirio De Juan Bautista
    Ma.Teresa Kowalska
    MIERCOLES DE CENIZA
    Natividad De La Virgen Maria
    Ntra Sra De La Medalla Milagrosa
    Nuestra Señora De Guadalupe
    Nuestra Señora De Guadalupe
    Nuestra Señora De La Medalla Milagrosa
    Nuestra Señora De La Medalla Milagrosa
    Nuestra Señora De Los Dolores
    Nuestra Señora De Los Dolores
    Nuestra Señora Del Refugio
    Pentecostes
    Presentacion Del Señor
    Presentacion De Nuestra Señora En El Templo
    Primer Domingo De Adviento
    Primeros Martires De La Santa Iglesia Romana
    Profeta Abdias
    Profeta Malaquias
    Sagrada Familia
    San Aaron
    San Abdias
    San Adrian
    San Adriano III
    San Alejandro De Alejandria
    San Alejandro Sauli
    San Alfonso Ma. De Ligorio
    San Alonso Rodriguez
    San Ambrosio De Milan
    San Andres Dong-lang
    San Andres Kim
    San Anselmo De Canterbury
    San Apolinar De Hierapolis
    San Arcadio Martir
    San Arcadio Mauritania
    San Arsenio El Grande
    San Bartolome
    San Basilio Magno
    San Benito Abad
    San Bernabe
    San Bernardo Dr. Dela Iglesia
    San Blas Y San Oscar
    San Bonifacio
    San Bruno
    San Bugumilo De Gniezno
    San Carlos Borromeo
    San Casimiro
    San Casimiro De Polonia
    San Celestino V
    San Cirilo De Jerusalen
    San Claudio Dela Colombiere
    San Conrado
    San Damaso
    San Damaso I
    San Desiderio
    San Dionisio De Alejandria
    San Dionisio De Paris
    San Esteban
    San Esteban El Joven
    San Eulogio De Córdoba
    San Eusebio
    San Eustacio
    San Evaristo
    San Evecio
    San Fabian
    San Felipe Neri
    San Félix De Nola
    San Felix I
    San Fernando III
    San Fidel De Sigmaringen
    San Filogonio De Antioquía
    San Francisco Borja
    San Francisco De Asis
    San Francisco De Borja
    San Francisco De Paula
    San Francisco De Sales
    San Francisco Javier
    San Frumencio
    San Gabriel
    San Gabriel De La Virgen De Los Dolores
    San Germanico Martir
    San Gil O Egidio
    San Godofredo Soissons
    San Gregorio Nacianceno
    San Gregorio Taumaturgo
    San Guillermo De Bourges
    San Heriberto De Colonia
    San Hilario De Arles
    San Hilario De Poitiers
    San Hipolito Y San Ponciano
    San Ignacio DeAntioquia
    San Ignacio De Loyola
    San Jeronimo
    San Jerónimo Emiliani
    San Jerónimo Emiliani
    San Joaquin
    San Josafat
    San Josemaria Escriva
    San Jose Obrero
    San Juan Cansio De Kety
    San Juan Crisostomo
    San Juan Damasceno
    San Juan De Dios
    San Juan Dela Cruz
    San Juan De Mata
    San Juan Diego
    San Juan Eudes
    San Juan Ma.Vianney
    San Juan Nepomuceno
    San Juan Pablo Ll
    San Justino Martir
    San Leonardo Noblac
    San Leon Magno
    San Lorenzo O'Toole
    San Lucas Evangelista
    San Lucio I
    San Ludgero
    San Luis IX
    San Luis Maria Gringnion De Monfort
    San Luis Orione
    San Macario De Jerusalen
    San Marcelo De Tánger
    San Marcelo I
    San Marcelo Martir
    San Maron
    San Martin De Porres
    San Martin De Tours
    San Mateo
    San Matias Apostol
    San Melquiades
    San Miguel
    San Modesto De Traveris
    San Narciso
    San Nereo Y Aquileo
    San Nicolas De Mira
    San Nicolas De Tolentino
    San Norberto
    San Pablo De La Cruz
    San Pablo Miki
    San Panteno De Alejandria
    San Pedro Canisio
    San Pedro Chanel
    San Pedro Claver
    San Pedro De Verona
    San Pedro Y San Pablo
    San Pio
    San Policarpo
    San Prosdocimo
    San Rafael
    San Rafael Guízar Valencia
    San Raimundo De Peñafort
    San Raimundo De Peñafort
    San Ramon Nonato
    San Roberto Belarmino
    San Rodrigo
    San Ruperto Obispo
    San Saturnino
    San Sergio
    San Silvestre I
    San Simon
    San Simon Y Judas
    Santa
    Santa Adelina
    Santa Ana
    Santa Angela De Merici
    Santa Catalina De Alejandria
    Santa Catalina De Siena
    Santa Catalina De Suecia
    Santa Cecilia
    Santa Coleta
    Santa Francisca Javier Cabrini
    Santa Francisca Romana
    Santa Gemma Galgani
    Santa Ines Corderita
    Santa Isabel De Hungría
    Santa Isabel De Hungría
    Santa Lucia
    Santa Lucia Fillipini
    Santa Luisa De Marillac
    Santa Margarita Alacoque
    Santa Margarita De Escocia
    Santa Maria Goretti
    Santa Marta
    Santa Matilde Reina
    Santa Monica
    Santa Pelagia
    Santa Prisca De Roma
    Santa Raquel
    Santa Rita De Casia
    Santas Perpetua Y Felicidad
    Santa Teresa De Jesus
    Santa Ursula
    SANTA VIGILIA PASCUAL
    San Teodosio
    San Teofilo De Anteoquia
    San Timoteo Y San Tito
    Santo
    Santo Asprenato
    Santo Domingo De Guzman
    Santo Domnino
    San Tomas Becket
    S. Antonio Ma.Claret
    Santos
    Santo Sabino De Asis
    Santos Antepasados De Jesus
    Santos Basilio De Constantinopla Y Procopio Decapolita
    Santos Julian Y Basilisa
    Santos Marcelino Y Pedro
    Santos Proto Y Jacinto
    Santos Rogaciano Y Donaciano
    Santos Timoteo Y Tito
    Santo Tomas Apostol
    Santo Tomas Becket
    Santo Tomas De Aquino
    Santo Tomas Moro
    San Valerio Eremita
    San Vicente De Paul
    San Vicente Diacono
    San Vito De Lucania
    San Wenceslao
    Señora De Guadalupe
    S.Jose Ma De Yermo
    Solemnidad De CORPUS CHRISTI
    Ss Cipriano Y Cornelio
    Sta
    Sta Adelaida
    Sta. Eulalia De Merida
    Sta. Maria Crucificada De Rosa
    Sta.Villana De Bottis
    Teresa De Calcuta
    Todos Los Santos
    Virgen Dela Merced
    Virgen Del Perpetuo Socorro
    Virgen Del Pilar
    Virgen Del Rosario
    Virgen Maria
    Virgen Maria De Fatima

    Fuente RSS

Con tecnología de Crea tu propio sitio web único con plantillas personalizables.